Cae la tarde lentamente
el sol tibio se esconde
salen las palabras
las avemarías vuelan
sobre las tumbas
y como mariposas
se posan en las flores.
Nos miran las lápidas
y no se extrañan
mientras seguimos caminando
en silencio.
En la serena tarde
entre la paz
de un noviembre extraño
sin viento
suave, quieto y caliente.
El sol se va apagando
y yo sigo contándote cosas
en esta tarde doliente
mientras vuelvo a casa
sigo tu mirada
sonriente que me mira
desde tu lápida.
Amiga
-
* Cuaderno de verano*, 68
Conque un año después llegó Morena, hija de Dante y de Lenka, igual que
Galán, pero de la siguiente camada. Dante, un macho im...
Hace 11 horas