Cae la tarde lentamente
el sol tibio se esconde
salen las palabras
las avemarías vuelan
sobre las tumbas
y como mariposas
se posan en las flores.
Nos miran las lápidas
y no se extrañan
mientras seguimos caminando
en silencio.
En la serena tarde
entre la paz
de un noviembre extraño
sin viento
suave, quieto y caliente.
El sol se va apagando
y yo sigo contándote cosas
en esta tarde doliente
mientras vuelvo a casa
sigo tu mirada
sonriente que me mira
desde tu lápida.
Polisemia del encierro
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Pocos escritores me arrancan carcajadas de gozo solo por lo bien que
escriben, por el desparpajo y la precisión y la soltura de su prosa, por su
facilid...
Hace 1 día